Dudas de Fe.
Salió un
fervoroso sacerdote a predicar, por las ciudades y pueblos la doctrina
de la salvación, cuando cierto joven se le acercó diciendo:
– ¡Padre, tengo muchas dudas contra la fe!...
El clérigo
lo miró profundamente en los ojos y, cuando el joven esperaba una
conferencia sobre la religión, le preguntó simplemente:
– ¿Hace cuánto no te confiesas?
– ¡No es eso Padre! Quiero apenas que me resuelva mis dudas...
– Conversemos un poco en el confesionario y después dialogamos – respondió bondadosamente el Sacerdote.
Y con mucha
dulzura le convenció a arrodillarse, para declinar faltas que ya habían
sido sepultadas en el olvido. Después de su confesión, sinceramente
arrepentido, el joven se levantó, oyendo la siguiente frase del Padre:
– Y ahora, mi hijo, vamos a conversar sobre tus inquietudes…
– No Padre, en realidad... Ya no las tengo.
«Porque yo os aseguro: si tenéis fe como un grano de mostaza,
diréis a este monte: "Desplázate de aquí allá", y se desplazará, y nada
os será imposible.» Mateo 17, 20
Dios Padre ha preparado esa fiesta y quiere que todos los
hombres asistan a ella. Por eso dice a todos los hombres: «Venid a la
boda» (Mt 22,4).
Invoca Mi nombre en el día de la angustia; Yo te libraré, y tú Me honrarás. Salmos 50,15
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