“Huye hermano huye”
Me encontré con un amigo, un hermano en la fe,
que hace años había comenzado una nueva vida. Jesucristo lo había liberado
del alcoholismo, pero lo encontré nuevamente en estado etílico, el
había fallado, había caído ante la tentación. Me conto como sufría por
haberse dejado llevar por la tentación del alcohol, me dijo como sufría
porque quería dejar el alcohol, pero el vicio había tomado nuevamente el
control de su vida, estaba prisionero y dominado por el alcohol, al
terminar nuestra conversación le pregunte: ¿Qué paso? ¿Como fue que caíste
nuevamente en el vicio? Y recuerdo que Me contesto con una frase de
tres palabras que encierran el por qué de su caída:
“NO ME ALEJE”…
¡No me aleje!
Esta frase resume el porqué de nuestras caídas
Si le preguntamos a una joven que lleva un embarazo de dos
meses por haber entregado su cuerpo al que le prometió amor eterno, y luego
de satisfacer sus apetitos carnales la abandono, esta joven esta
lamentándose y ahora dice ¿Por qué no me aleje de la tentación?
¡No me aleje!
Dice un drogadicto que luego de haber superado por un tiempo su adicción,
hoy nuevamente se encuentra, aun más sumergido en este vicio, y hoy se
lamenta diciendo: -Sufro por qué no me aleje!
“No me aleje” es la frase que deduce el por qué de las
derrotas ante la tentación.
Muchos de nosotros, al entregar nuestra vida a Cristo,
hemos sido liberados de diferentes inclinaciones hacia el mal, somos
libres de muchas ataduras y debilidades. Queda claro, que para no
volver a caer en la tentación, hay que huir, o mantenernos alejados de todo
aquello que sabemos nos quiere seducir y atrapar.
Una noticia curiosa que leí decía: “Una tortuga escapo
del zoológico y es recapturada después de ocho meses de andar prófuga, la
tortuga solo estaba a 300 metros del zoológico”.
Somos como esa tortuga, se podría decir que somos
“tortugas espirituales” escapamos de la prisión del enemigo, pero nos
alejamos lentamente de esta cárcel.
Hemos sido liberados de la
prisión del mal, pero pasa el tiempo y no nos alejamos lo suficiente,
pasan ocho días, ocho meses, ocho años, y seguimos cerca de la tentación,
que nos persigue y por no distanciarnos de esta, caemos y la única respuesta
válida es la frase que contienen tres palabras: “NO
ME ALEJE”.
Todos los días enfrentamos diferentes pruebas y batallas,
recuerde que en una batalla, la mejor arma del enemigo es la
sorpresa, no deje que el diablo lo ataque por sorpresa.
Un santo decía: “antes
de caer en tentación sé lo que tengo que hacer, después de caer en
tentación ya no sé lo que hare”
Cuando venga la tentación,
no se ponga en un lugar para ver cuánto resiste ¡Cuando siente que viene la
tentación huya!, Hay tiempos cuando la cobardía
es sinónimo de sabiduría.
En el momento de la
tentación, la compuerta de escape esta cerca, está abierta y dice:
¡HUYE ¡
La palabra de Dios nos
reitera varias veces que hay que HUIR:
Huyan
de las relaciones sexuales prohibidas (1Corintios 6,18)
Huye
de las pasiones juveniles (2da Timoteo 2,22)
Por eso mis queridos
hermanos, huyan de
la idolatría. (1Corintios 10,12-14)
Querido amigo y hermano que
lee esta reflexión, usted sabe cuál es su debilidad, usted conoce que es lo
que lo puede derribar, solo hay una salida:
ALEJARSE y HUIR
Una buena noticia, si la tentación esta acechando su
vida, si en este momento sus fuerzas, están cediendo ante la tentación,
recuerde que tenemos a Jesucristo, que paso todo tipo de tentaciones,
el paso la prueba del sufrimiento y ahora puede ayudar a todos los que están
pasando por una prueba o tentación (Hebreos 2,18).
Oración: Padre nuestro en
este día te pido me ayudes, la tentación está al acecho, el enemigo de mi
alma quiere atraparme, En este momento me acerco al trono de gracia para
que tú me ayudes, te pido que me muestres y me guíes por el camino correcto
para alejarme de toda tentación, todo vicio, alejarme de todos los ídolos de
hoy, que quieren hacerme prisionero. ¡Confió en Ti Señor! ¡Confió en tu
auxilio oportuno!, Creo que contigo ya no me lamentare diciendo:
-“por que no me
aleje”- mas por el contrario con tu
ayuda puedo decir y testificar a los demás: “Con
Jesucristo, me aleje del pecado, me aleje de toda tentación”
Gracias Señor.
AMEN.
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