Una pregunta frecuente
Las
grandes preguntas, exigen grandes respuestas
Cuantas
veces en nuestra vida nos hacen preguntas
que quisiéramos no responder, los motivos pueden ser diversos según la
pregunta o según la circunstancia de nuestra vida. Pero lo que sí es
cierto que tarde o temprano nos harán: Una gran pregunta.
En la
escuela el profesor pregunta a uno de sus
alumnos:
¡A ver
Pedrito cuantos son los continentes!
El niño
en tono amenazador responde al profesor diciendo:
Profe,
usted parece que tiene un problema de memoria.
¿Por qué
me dices eso niño? Pregunta asombrado el maestro.
-Usted
tiene problemas de memoria,
porque ayer me pregunto lo mismo y le dije que no sabía…
En la
vida tendremos que responder muchas preguntas, las cuales a veces se
tornan muy difíciles de responder. Y seguro
más de una vez acusaremos al que nos cuestiona, diciendo:
Tú tienes
problema de memoria, ayer me hiciste la misma pregunta, hace un mes
también me la hiciste y también hace un año y ya te he dicho: “no sé
cómo responderte”.
En la
Biblia encontramos algo similar, un Maestro que según el discípulo tiene
“Problemas de memoria” porque le hace la misma pregunta tres
veces:
“Cuando
terminaron de comer, Jesús dijo a Simón Pedro: “Simón, hijo de Juan
¿me amas más que a estos?
Le
pregunto por segunda vez:
“Simón Pedro, Hijo de Juan ¿me amas?
Insistió
Jesús por tercera vez:
“Simón Pedro, Hijo de Juan ¿me quieres?”
(Juan 21, 15,17)
Ante la
misma pregunta Pedro, seguro quedo confundido y al igual que el niño,
diría: “El maestro tiene problemas de memoria”
la misma pregunta me la está haciendo tres veces.
En
nuestro caminar diario, el Maestro tocara las puertas de nuestra vida en
diferentes días y momentos solo para preguntarnos:
¿Me amas? Lo
hará muchas veces y no
es que el Señor tenga problemas de memoria, la única razón porque nos
hace la misma pregunta, es porque
nosotros somos los que tenemos problemas de
memoria, somos nosotros los que olvidamos con facilidad, el
sacrificios hecho por Jesucristo, somos nosotros los que olvidamos que
él murió en la cruz, dio su vida en la cruz por amor, para salvarnos y
darnos vida eterna. Jesucristo entrego su vida en el calvario cancelo la
factura, anulo el comprobante de nuestra deuda (Colosenses 2,14), somos
nosotros que olvidamos con facilidad que Cristo
vino a buscar y salvar lo que estaba perdido (Lc 19,10).
No te
extrañes, que Cristo te pregunte una, diez, cien,
mil, e infinidad de veces: ¿ME AMAS?,
Esta pregunta la hace porque nuestra naturaleza pecadora, con
frecuencia nos lleva a olvidar la respuesta correcta.
Oración:
Gracias Señor por la pregunta ¿Me amas?, por
favor te rogamos que todas las veces que sean necesarias nos hagas la
misma pregunta, para que nunca se nos olvide que la respuesta correcta
tenemos que realizarla a lo largo de nuestra vida con
acciones de: Fe, Esperanza y Amor.
serviciobiblicocatolico@hotmail.com
serviciobiblicocatolico@hotmail.com
ES CIERTO EL SEÑOR NOS HABLA EN TODOS LOS MOMENTOS, PORQUE NOS MUESTRA LOS SIGNOS DE SU GRANDEZA. EN LA ALEGRIA, LA VIVACIDAD, LA INTELIGENCIA, EL AMOR Y LA BONDAD QUE NOS ENVIA EN SUS MENSAJES. PERO LA MEMORIA NOS FALLA PORQUE QUEREMOS SER NOSOTROS LIBRES SIN EL DE AHI LO BUSCAMOS CUANDO ESTAMOS EN CAIDA LIBRE. DRA. BERTHA DE PERU
ResponderEliminar