PENTATEUCO: Libro EXODO
I. INTRODUCCIÓN
Una fuerte carestía obligó a los israelitas a emigrar a Egipto. Allí se
establecieron muchos. Se habían hecho un pueblo muy numeroso, fuerte y
trabajador. Por miedo a su potencia, los egipcios los esclavizan sin
compasión, por lo que la vida de aquellos hombres era amarga y llena de
fatigas. Y aquí comienza el libro del Éxodo y con este libro también
inicia el nacimiento del Pueblo de Dios.
Aquí vale repetir lo que habíamos dicho en otra ocasión: en la Biblia no
podemos buscar la precisión histórica o geográfica de los hechos (40).
Lo que hay que buscar es la verdad de la enseñanza religiosa que Dios
quiso inspirar a los escritores sagrados. Todo en orden a nuestra
salvación eterna.
II. OBJETIVO DOCTRINAL: Comprender el Éxodo y la Alianza como hechos capitales de la fe de Israel.
III. OBJETIVO VIVENCIAL: Descubrir que todos tenemos una misión que cumplir como Moisés, para salvar a la humanidad.
IV.TESIS: El libro del Éxodo
narra la salida de los israelitas de Egipto, alrededor de los años
1280-1240 a.C., bajo la guía de Moisés, a quien Dios escogió, y con
quien renovó su Promesa y su Alianza de amor. Estamos en el corazón de
la Biblia, pues con la salida de Egipto y la Alianza en el Sinaí, Israel
nace como Pueblo, descubre quién es su Dios. Además, en el Éxodo nos
encontramos con hechos, personas y temas que son “tipo” y “figura” de la
revelación posterior de Jesús(41).
V. EXPLICACIÓN DE LA TESIS:
1. Autor y fecha del Éxodo
Estamos alrededor del año 1250 a.C. El autor, como dijimos, es Moisés,
junto con las tradiciones orales y escritas de ese tiempo. Por tanto, no
es obra de un solo autor, ni se ha escrito de una sola vez.
2. Características literarias del Éxodo
a) El libro del Éxodo es una mezcla de las cuatro tradiciones: Yahvista, Elohista, Sacerdotal y Deuteronómica.
b) Los relatos del Éxodo encajan en el género literario épico-religioso;
es decir, se presentan situaciones y hechos históricos verdaderos, pero
narrados de forma grandiosa, como la gran aventura de un pueblo, y
siempre con finalidad religiosa, es decir, para nuestra salvación.
c) Se barajan tres tipos de materiales:
Narrativos: la opresión de los hebreos, la epopeya del éxodo, la travesía del desierto y la teofanía del Sinaí.
Legales: prescripciones religiosas y sociales.
Litúrgicos: los concernientes al cordero pascual, los panes ácimos y los primogénitos, normas sobre el santuario y el culto.
3 División y contenido temático del Éxodo
a) División
Éxodo 1, 1-12, 36: Es la historia
de Israel en Egipto: la opresión del pueblo, vocación de Moisés, la
lucha por la liberación, la Pascua y la salida del pueblo por el Mar
Rojo.
Éxodo 12, 37-18, 27: Narra la peregrinación en el desierto como camino de purificación y encuentro de Yahvé con el Pueblo.
Éxodo 19, 1-24, 18: Es la parte central y más importante. Trata del Pacto o Alianza entre Dios y su Pueblo.
Éxodo 25, 1-31, 18: Son normas y leyes acerca del culto y la institución divina del sacerdocio del Antiguo Testamento.
Éxodo 32, 1-34, 35: Continúa la narración de los hechos, durante la alianza en el desierto, como la historia del Becerro de oro.
Éxodo 35, 1-40, 38: Describe la ejecución de las órdenes divinas que están en los capítulos 25-31.
b) Contenido temático
En tres pilares podemos dividir el contenido del Éxodo:
Salida de Egipto: El pueblo se
encontraba sometido a toda suerte de esclavitudes (laborales, políticas,
sociales, religiosas...). Se veía privado de libertad, con todas las
secuelas y carencias que dicha situación lleva consigo. La salida de
Egipto es, por lo tanto, una liberación.
Travesía por el desierto: Es el
camino a recorrer entre el punto de partida y la meta. Es la trayectoria
que debe realizar todo hombre y todo pueblo. Es la tarea que hay que
llevar a cabo. El Deuteronomio presenta la travesía bajo la imagen de la
prueba que hay que superar (cf. Dt 8, 1-4).
Entrada en la tierra: Es la
llegada a la meta. Es una tierra buena que mana leche y miel. Es un
espacio de libertad en el que el pueblo puede desarrollar todas sus
potencialidades y cumplir plenamente su misión.
4. Contenido teológico y espiritual del Éxodo
a) Dios: Su imagen se configura a partir de la revelación de su nombre: Yahvé(42)
, el que está siempre dispuesto a acudir en defensa de sus elegidos. Es
uno, y no admite nada que le haga sombra. Es trascendente, pues nadie
puede verlo y se oculta bajo símbolos. Señor del cosmos, como lo
demuestra en las plagas, en el paso del mar y en la teofanía del Sinaí.
Señor de la historia, que dirige bajo la dinámica de la elección y la
bendición. Es fiel a su palabra y a las promesas que hizo y que ahora
empiezan a cumplirse. Es solidario con los que sufren, revelándose como
su defensor contra quien pueda ser el agresor. Su antagonista y sombra
es Egipto-faraón como antidiós: el déspota cruel, sanguinario, hasta el
genocidio, explotador de los marginados, que se mueve únicamente por los
índices de producción, subordinando el derecho de gentes al
mercantilismo.
b) Moisés: Imagen perfecta del
hombre elegido, tomado de entre el pueblo, cuya misión será salvar a ese
mismo pueblo con la ayuda del Señor. Su vida prefigura su tarea: es
salvado para que salve; Dios se le hace el encontradizo para que aprenda
el camino y lleve hasta el Sinaí a los liberados. Su misión se inscribe
en una paradoja: cuando es un huido y traidor a Egipto es cuando ha de
iniciar la marcha de los oprimidos, y no cuando tenía poder como
familiar del faraón. A los ojos humanos era el hombre menos indicado:
era tartamudo, tenía cuentas pendientes con la justicia egipcia...pero
el mandato de Dios era fuerte y exigente: “Tienes que ir...Yo te
envío...Yo estaré contigo” (Ex 3, 12). Siempre será solidario con su
pueblo, incluso en los momentos de la apostasía, salvándolo de la
aniquilación con su intercesión. Es intermediario entre Dios y su pueblo
(43).
Es embajador del Señor ante el faraón, su profeta para el pueblo, el
líder indiscutible, con permanente acceso a su Señor. En su rostro
acabará reflejándose la gloria del Altísimo. Aunque no entre en la
tierra prometida, su gloria es eterna porque es el elegido que asumió y
realizó perfectamente su misión.
c) El pueblo: En Éxodo, como ya dijimos, comienza la historia de Israel como pueblo (44).
El núcleo original serán los oprimidos de Egipto, cuya desgracia pone
en marcha la solidaridad divina. A éstos se les exigirá una opción por
la libertad que conduce a Dios; han de preferir el riesgo de abandonar
la mínima seguridad que la esclavitud que les garantiza por el desierto,
signo de entrega confiada en las manos del Señor. Este pueblo es
retratado sin sombra de idealización: ante la dificultad duda,
desconfía, protesta y se rebela, aunque acabe de experimentar la
providencia divina. Contrafigura de Moisés, el pueblo es el elegido que
no cumple su misión, se hace indigno de ella, y se libra del rechazo y
la aniquilación gracias al poder intercesor del mediador Moisés.
d) La Alianza: Es la culminación
de una marcha ascética al encuentro del Señor que llama desde el Sinaí.
No fue una simple parada de unos días, sino un verdadero curso de
formación religiosa, en la soledad del desierto y a solas con Dios
durante un año y once meses (cf. Ex 19, 1-2; Nm 10,11-12). Hay cuatro
momentos
Actos preparatorios (Ex 19): Dios quiso saber si los hebreos estaban dispuestos a escuchar su mensaje, y si estaban en actitud de pactar con Él.
Promulgación del decálogo
(Ex 20): Dios viene presentado como vivo, personal, santo, remunerador,
uno y único. En el decálogo están resumidos los principios de Ley
Natural. Los tres primeros preceptos regulan las relaciones con Dios;
uno regula las relaciones con los padres; los demás preceptos están
orientados al prójimo, a sí mismo y a los bienes.
Establecimiento de la Alianza (Ex
24): era un pacto o compromiso recíproco de fidelidad de Dios con su
pueblo. Ya no es una alianza con una persona, como hizo con Noé (cf. Gn
9, 9-17) y con Abraham (cf. Gn 17, 1-11), sino con todo un pueblo. Esta
Alianza es anticipación de la Nueva Alianza hecha por Jesús (45).
Las leyes de culto
(Ex 25-31; 35-40): El culto lo expresaban con la oración y los
sacrificios. Tres son los elementos del culto: el Templo (o Santuario o
Tienda de reuniones), el Arca de la Alianza (para conservar las tablas
de la ley), el Altar, el Sacerdocio. Fueron muchas leyes, que con el
tiempo fueron un peso insoportable; Jesús reducirá todo en su
mandamiento del amor.
e) Los diversos acontecimientos y signos milagrosos:
Las plagas (cap.
7-11): la Biblia presenta el episodio de las plagas en forma de epopeya
sagrada. Lo milagroso se impone a lo verosímil; lo teológico a lo
histórico. Muestran la lucha entre el poder del hombre (faraón) y la
presencia de Dios. Quien quiera autodivinizarse y destruir la libertad
ajena, tarde o temprano quedará en manos de la muerte. Dios da al faraón
todas las oportunidades de cambiar, sin embargo estos signos provocan
su obstinación porque una y otra vez se niega a colaborar en el plan
divino. Y al mismo tiempo, Dios mostró a los israelitas su poder y
protección salvadora.
La Pascua (cap. 12)(46)
: La Pascua fue el paso que dieron los israelitas al salir de la
esclavitud hacia un Pueblo de hermanos. Fue y es “el paso de Dios” que
quiere liberarnos. La pascua se articula en tres secciones: ritual de la fiesta (12, 1-14), celebración (12, 21-28) y elenco de participantes (12,
43-51). El ritual, memorial de la salida, tiene forma de comida y
resalta el carácter redentor de la sangre: el Señor salva a su pueblo
pasando de largo por las casas señaladas; pero también se trata de un
golpe definitivo para el opresor: la muerte de sus primogénitos. Es un
rito de vida-resurrección. Jesús será el nuevo Cordero que inaugurará la
liberación interior de los pecados: paso de la servidumbre del pecado a
la libertad en Cristo resucitado. Y el cordero comido en la pascua
hebraica es figura muy clara de otro alimento y de otra cena: el Pan de
vida en la cena de la Eucaristía.
El paso del Mar Rojo
(14, 1-15, 21): El plan de Dios, al introducir al pueblo por la ruta
más incómoda del Sinaí (sur), obedecía a la necesidad de aislarlos para
formar con ellos una nueva conciencia religiosa y nacional, y
obligarlos, casi, a seguir adelante, sin posibilidad de retorno.
Significó la especial providencia de Dios en favor de su Pueblo. San
Pablo nos habla del mar Rojo como el paso y el bautismo de Israel en el
mar, figura del bautismo cristiano.
El desierto (15,
21 y siguientes): es tiempo de purificación y de contacto íntimo con
Yahvé (cf. Os 2, 16) ; es tiempo de prueba, es el examen de madurez en
la libertad, donde el hombre, como persona y como comunidad acepta el
proyecto de Dios; es el lugar del “noviazgo” apasionado entre Dios y el
pueblo (cf. Os 1-3), pero también es lugar de tentación y de rechazo
(cf. Sal 95, 11; Mc 1, 12-13; Heb 3, 7-19). Durante el desierto fueron
conquistando la verdadera libertad. Es el retrato de la historia de
siempre: el corazón humano es inconstante, falto de fe, que ante la
prueba protesta, murmura, se rebela. Pero Dios sigue fiel, lleno de
paciencia y misericordia.
El maná
(16, 1-21): alimento prodigioso del desierto, anticipación del
verdadero pan del cielo que da la vida al mundo (cf. Jn 6, 31-33).
La Roca (17, 1-7): es la figura de Cristo, de quien brota agua viva, como la recuerda san Pablo en 1 Cor 10, 1-4.
La victoria sobre los amalecitas (17,
8-16): es una enseñanza del poder de la oración e intercesión de sus
elegidos. El éxito no depende del valor humano, sino principalmente del
poder de la oración.
VI. CONCLUSIÓN:
El esquema del Éxodo: salida, travesía y entrada en la tierra, es el
paradigma o modelo de lo que es nuestra vida. Siempre hay que salir de
la propia tierra y pasar por la prueba del desarraigo, camino de nuevas
fronteras. También la espiritualidad cristiana y los místicos hablan de
salir, de cruzar el desierto de la vida. Los autores del Nuevo
Testamento también han recurrido a la imagen del éxodo para expresar lo
que es y significa la persona y la obra de Cristo. La fiesta central de
los cristianos es la Pascua, memorial del Éxodo. La historia de la
Salvación gira en torno a tres grandes éxodos: el de Egipto, el de
Babilonia y el de Jesús.
Los restantes libros del Pentateuco (Números, Levítico, Deuteronomio)
aparecen como continuación del Éxodo. Entre los libros históricos, Josué
significa el fin del camino de la libertad iniciado en Egipto (el paso
del Jordán es la correspondencia del paso del mar Rojo) y 1 Re 17-19
presenta la misión profética de Elías con frecuentes alusiones al Sinaí.
Entre los profetas, Oseas y Jeremías recurren frecuentemente al motivo
de la alianza de Dios con el pueblo, e Is 40-55 convierte el éxodo en
modelo de la liberación del exilio. Numerosos salmos recuerdan las
grandes intervenciones en el éxodo (cf. 81; 95; 111; 114; 136) y el
libro de la Sabiduría 10-19 hace una actualización midrásica y
espiritual de los episodios de las plagas y el paso del mar.
También el Nuevo Testamento convierte el Éxodo en fuente privilegiada de
inspiración y actualización: desde Mateo (infancia de Jesús, sermón del
monte) hasta el Apocalipsis (Cristo como nuevo Cordero), la mayoría de
los autores y escritos aluden a episodios, temas y motivos del Éxodo,
destacando especialmente la Última Cena de Jesús como nueva Pascua, la
nueva alianza sellada en su sangre, la idea paulina de la redención como
la liberación plena, el bautismo como nuevo paso del mar, las alusiones
a la ley y su provisionalidad, las referencias joánicas a Moisés, al
maná y al agua de la roca. Con razón se ha escrito que el libro del
Éxodo es el libro sobre el que el cristianismo ha confrontado y
comprendido su experiencia.
VII. ORACIÓN: Señor,
nosotros vamos camino a Ti, en peregrinación por el desierto de la
vida, en medio de dificultades, pero sabemos que Tú nos conduces con tu
mano poderosa y providente. Sabemos que eres fiel a tus promesas.
Gracias, porque nos has dado los guías y pastores que nos llevan hacia
Ti en medio de las dificultades presentes, y durante el camino nos
alimentas con tu Eucaristía. Gracias por tu Iglesia y por el Santo
Padre. Queremos ser fieles a la misión que has puesto en nuestras manos,
como lo fue Moisés. Queremos liberar a los hombres de las diversas
esclavitudes a las que están sometidas. Pero Tú danos tu bastón y tu
seguridad. Amén.
(40) Esto nos daría serios
problemas, porque algunos datos son imposibles, como el número de
hebreos que salen de Egipto, que según Éx 12, 37 son 600.000.
(41)Así Moisés es figura de
Cristo; El pueblo escogido es figura de la Iglesia; la liberación de
Egipto es el anuncio de la obra divina de la liberación del pecado que
Cristo nos trajo; la Pascua hebraica es anticipo de la Eucaristía
cristiana; el Paso del mar Rojo nos recuerda claramente el Bautismo; el
Maná del desierto es una figura del Pan de Vida de la Eucaristía.
(42)Etimológicamente significa
“Yo soy, y seré lo que soy...Yo soy el que da el Ser a todos”. La
palabra Yahveh se escribía con cuatro letras “YHVH”, que se conoce como
tetragrama. Este sagrado tetragrama era sumamente venerado por los
hebreos; y nadie lo podía pronunciar, bajo la pena de muerte por
blasfemia. Los rabinos al leer la Biblia y se encontraban con esta
palabra, pronunciaban, en su lugar “Adonai”, que significa “El Señor”.
Algunos interpretaron las vocales E.O.A y se vocalizó así: “Jehovah”.
Los testigos de Jehovah lo conservan así. Sin embargo, estudios más
profundos demostraron que tal vocalización era errónea, y que las
vocales correctas son A.E, formándose el nombre de “Yahvéh”, que es el
adoptado en las biblias católicas.
(43)Esta forma de intermediario es la que normalmente usa Dios, pues actúa a través de la Iglesia, los sacramentos y los ministros.
(44)En Génesis se trataba de familias y clanes.
(45)Hay mucho parecido entre Ex 24, 8 y Lc 22, 20.
(46)En su origen la Pascua era
una fiesta típica de los pastores que se reunían a principios de
primavera para iniciar su vuelta al hogar desde los pastos de
otoño-invierno. Celebraban una reunión festivo-familiar en la que se
sacrificaba un cordero, cuya sangre debía actuar como exorcismo contra
los peligros del camino. El autor del Éxodo transforma los antiguos
ritos en símbolos del nuevo acontecimiento salvador.
serviciobiblicocatolico@hotmail.com
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