PENTATEUCO: Libro GENESIS
I. INTRODUCCIÓN
Frente a la historia del hombre, que resultó ser una historia de
alejamiento de Dios y de pecado, Dios propone “Su historia”, la Historia
de Salvación, que comienza con Abraham. Son los albores y el nacimiento
de Israel como pueblo elegido por Dios.
Mientras que el libro del Éxodo es la historia de un pueblo, el Génesis
es más bien la historia de una familia patriarcal, la de Abraham.
II. OBJETIVO DOCTRINAL: Conocer los inicios de la Historia de Salvación.
III. OBJETIVO VIVENCIAL: Aprender y asimilar en nuestra vida las maravillosas lecciones de estos patriarcas, con quienes Dios hizo su Alianza (35).
IV. TESIS: Dios quiere formar Su
Pueblo, hacer con él una Alianza eterna de amor e iniciar con él la
historia de salvación para todos los hombres. Para ello escoge a
Abraham, lo prueba en su fe y obediencia y, finalmente, le premia,
haciéndole padre de todos los creyentes.
V. EXPLICACIÓN DE LA TESIS:
1. Abraham
Se llamaba Abram, que significa “padre venerado”. Pero Dios le cambia el
nombre y le pone Abraham, que significa “padre de una muchedumbre”.
Dios cuando cambia un nombre lo hace en vistas a una nueva misión.
Originario de Ur, al sur de Mesopotamia, perteneciente a la tribu de
Teraj, nómadas que se habían establecido en los valles regados por el
Tigris y el Eufrates, alrededor del año 3000 a.C.
a) Dios lo elige
Dios no quiere actuar solo en la historia. Siempre se elige algunos
hombres y los asocia a su Plan. De la respuesta de estos hombres depende
el buen o mal resultado de su Plan de salvación.
Con la elección, Dios le hizo estas promesas: tendrá descendencia
numerosa (cf. Gn 15, 2-5), poseerá una tierra (cf. Gn 15, 7-9) y será
fuente de bendición para todas las naciones de la tierra (cf. Gn 12, 3;
22, 18).
Con la elección, Dios le pide unos compromisos: monoteísmo (cf. Gn 17,
1), rectitud moral: “Anda en mi presencia y trata de ser perfecto” (Gn
17, 1) y la fe, es decir, docilidad absoluta a la voluntad del Señor
(cf. Gn 15, 6).
b) Dios lo prueba
Dios pone duramente a prueba la fe de sus elegidos. Así es su pedagogía.
¿Qué pruebas puso a Abraham?
“Sal de tu tierra” (cf. Gn 12, 1). La tierra era lo más querido para un
hombre en ese tiempo. Es una ruptura muy costosa: ruptura con su pasado,
con su sangre, con su suelo, con su patria. Romper con el pasado para
lanzarse a un futuro incierto, para crear un nuevo pueblo, el pueblo de
Dios.
“Sacrifica a tu hijo Isaac” (cf. Gn 22, 2). Después de la esterilidad de Sara, su mujer, Dios le concedió un hijo, Isaac (36). Pero después, Dios le manda sacrificar a su único hijo. ¡Qué prueba tan grande!
La respuesta de Abraham en las pruebas es la fe: no pregunta, no discute; cree, confía, obedece, se entrega a Dios.
c) Dios lo premia
Dios, a quien le es fiel, le premia.
Dios premia la fe de Abraham. Le dio una gran descendencia: los
creyentes; le concedió una espléndida tierra, Canaán; y una hermosa
bendición que no se borró ni se borrará nunca: la alianza con él. Esta
alianza la firmó Abraham con la circuncisión (37)
. Sólo después de Pentecostés será abolida definitivamente por los
apóstoles (cf. Hech 15, 5-29) y sustituida con el bautismo (cf. Col 2,
10-12). La circuncisión no era sólo un hecho físico: exigía la pureza
interior y la obediencia a la ley (cf. Dt 10, 16; 30, 6); es lo que los
profetas llamaban “circuncisión del corazón” (cf. Jer 4,4; Ez 44, 7).
En una palabra: el premio que Dios dio a Abraham fue su amor, la cercanía y la compasión.
2. Los demás patriarcas (Isaac, Jacob, José)
a) Isaac (Gn 25-28)
Es el hijo de la promesa. De él habla poco la Biblia y lo hace mezclando
lo pintoresco y la poesía de Oriente (su matrimonio con Rebeca) con lo
fundamental: que Isaac recibe la misma bendición y promesas que su
padre, y las trasmite a Jacob (cf. Gn 27, 14-29) en un relato lleno de
colorido.
b) Jacob (Gn 25-33)
Jacob significa “el tramposo, el que suplanta” (suplantó a su hermano
Esaú en la bendición paterna). Más tarde, después de la “lucha con Dios”
(cf. Gn 32, 23-33)(38)
, Dios le cambia el nombre en “Israel” que significa “Dios es fuerte”.
Jacob tuvo doce hijos, que formaron las doce tribus de Israel.
Dios sigue siendo fiel a sus promesas y a sus bendiciones, que renueva a lo largo de toda la vida de Jacob.
El sueño de Jacob (cf. Gn 28, 10-22) significa que Dios no está lejos de
los hombres. Él mismo ha tendido un puente para comunicarse con ellos.
c) José (Gn 37-48)
José era el hijo preferido de Jacob. La bella historia de José vendido
por sus hermanos corresponde a hechos verídicos y realmente acaecidos.
Pero lo que más interesa es la enseñanza religiosa que se esconde
detrás: la misteriosa providencia de Dios que siempre cuida de sus
elegidos. José también es una figura que anticipa algunos aspectos de la
vida de Cristo. Así lo dice san Pablo: “Tomó la condición de
esclavo...se humilló...y por eso Dios lo engrandeció y le dio el nombre
sobre todo nombre” (Fp 2, 6-10). Al igual que José salvó a su pueblo de
la carestía, así también Jesús nos salvó a nosotros.
3. Contenido teológico y espiritual de los capítulos 12-50 del Génesis
Dios escoge hombres para realizar su Plan de Salvación.
Dios pide la obediencia de la fe y la disponibilidad total.
Las pruebas son ocasión maravillosa para demostrar nuestra preferencia por Dios.
Dios es siempre fiel a sus promesas.
El Pueblo que Dios se escoge es un pueblo que va gestándose en el camino
mismo de la historia; se va haciendo en su caminar. No retorna hacia sí
mismo, como le ocurrió a Ulises, el rey de Ítaca (39)
. El Pueblo de Dios es un pueblo en camino hacia la eterna Patria. Para
llegar a esta patria hay que salir de nuestra pequeña patria de la
comodidad, correr el riesgo y la oscuridad del camino; pero con la fe y
confianza en que Dios camina junto a nosotros.
VI. CONCLUSIÓN: La historia
patriarcal evoca la figura de los grandes antepasados. Cada uno tiene su
propia característica: Abraham es el hombre de fe, cuya obediencia es
premiada por Dios, que le promete una posteridad para él mismo, y la
Tierra Santa para sus descendientes. Jacob es el hombre de la astucia,
que suplanta a su hermano Esaú, y escamotea la bendición de su padre
Isaac. Pero de nada le habrían servido todas sus habilidades, si Dios no
le hubiera preferido a Esaú, desde antes de su nacimiento. José es el
hombre honesto, íntegro, lleno de caridad y sabio.
VII. ORACIÓN: Gracias,
Señor, por habernos llamado a pertenecer al Pueblo de Dios. Te pedimos
por todos los que nos guían en este peregrinar hacia Ti, para que nunca
les falte tu luz y tu amor. Y a nosotros, danos la gracia de obedecerles
como lo hizo tu siervo Abraham. Aumenta nuestra fe y nuestro deseo de
caminar hacia la Tierra prometida. Amén.
(35) Leer
y confrontar las promesas o alianzas de Dios con Abraham: Gn 17, 1-13;
con Isaac: Gn 26, 2-5; con Jacob: Gn 28, 10-15; con Judá: Gn 49, 8-10.
(36) Isaac es la figura de Cristo, a quien Dios Padre mandó sacrificar para salvarnos.
(37) Este
rito no es exclusivo del pueblo de Israel, lo practicaban muchos
pueblos antiguos como un medio de limpieza e higiene o como un rito
social (la entrada del joven en la sociedad). Para el Pueblo de Israel,
esta práctica alcanza un significado profundamente religioso y con
carácter perpetuo. Es la señal de pertenencia al pueblo elegido (cf. Gn
17, 12; Ex 12, 48)
(38) Es
un pasaje misterioso de la Biblia. Podría ser una descripción del
estado de ánimo de Jacob, lleno de oscuros sentimientos, de temores,
antes de ir al encuentro de su hermano Esaú. En este caso Jacob lucha
consigo mismo, con el miedo, con la angustia de su futuro, y Dios le
visita para infundirle serenidad y paz.
(39) Historia maravillosa relatada por el poeta griego Homero en su obra “La Odisea”.
servicio biblico catolico-paita
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