EL PENTATEUCO
INTRODUCCIÓN
Nos separan casi tres mil años de los primeros libros de la Biblia. Hay
que ambientarnos en aquella época, para poder entenderla. Hay dos peligros:
uno por exceso, es decir, creer al pie de la letra lo que dice la
Biblia, a través de sus metáforas y géneros literarios; y el otro por
defecto: rechazar todo, por considerarlo fantástico y lleno de colorido
imaginativo. Nuestra actitud debe ser otra: sacar el mensaje de Dios,
que se esconde detrás de ese revestimiento literario.
La religión del Antiguo Testamento es una religión histórica, es decir,
fundada en la intervención directa de Dios a determinados hombres, en
determinados tiempos y lugares. Dios hizo su elección y promesa e invita
al hombre a su amistad y le pide fidelidad como respuesta a su alianza.
Esta fidelidad pasa por cumplir la Ley que el Señor les ha dado. Por
tanto, la historia sagrada se mueve en torno a estas realidades:
Promesa, Elección, Alianza y Ley.
Todo el Antiguo Testamento podemos dividirlo en libros históricos,
libros proféticos y libros doctrinales. Los judíos lo dividen así:
La Ley o Torah:
los primeros cinco libros.
Los Profetas o Nebim
: los libros proféticos.
Los Escritos o Ketubim:
los Salmos, Proverbios, Job, Cantar, Ruth, Lamentaciones, Cohelet, Esther, Daniel, Esdras y Crónicas.
Los cinco primeros libros del Antiguo Testamento, conocidos
tradicionalmente como Pentateuco, constituyen un magnífico pórtico que
da acceso al majestuoso edificio de la Biblia.
El nombre Pentateuco, de origen griego, alude a los cinco (penta) libros
o “rollos” que lo forman y a los instrumentos o estuches (teukhos) en
que se guardaban. No estamos ante cinco independientes. Al contrario,
cada libro desemboca en el siguiente o arranca del anterior, de forma
que todos juntos desarrollan una misma trama narrativa que va desde la
creación del mundo, pasando por el nacimiento de los pueblos, la era
patriarcal, la estancia israelita en Egipto y en el Sinaí, hasta el
comienzo de la Conquista de Canaán y la muerte de Moisés, en los
umbrales de la tierra prometida. Esta historia unitaria y continua,
formada casi a partes iguales por relatos y leyes, se divide a su vez en
seis grandes etapas o capítulos, perfectamente diferenciados:
Historia de los orígenes (Gn 1-11)
Historia patriarcal (Gn 12-50)
Salida de Egipto y marcha hacia el Sinaí (Ex 1-18)
Revelación en el Sinaí (Ex 19-40 + Lev + Nm 1-10)
Marcha desde el Sinaí hasta los llanos de Moab (Nm 10-36)
Discursos y despedida de Moisés (Dt)
Estos cinco libros forman la Torah o Ley por excelencia, la carta
constitucional que plasmó los principios fundacionales y fundamentales,
religiosos y civiles, por los que Israel se constituyó como un pueblo
con identidad propia y referido en exclusiva a Yahvé, su Dios.
II. OBJETIVO DOCTRINAL:
Conocer las diversas corrientes de tradiciones que formaron el Pentateuco.
III. OBJETIVO VIVENCIAL:
Escuchar a Dios que busca entablar con nosotros una relación personal de amor y de amistad.
IV. TESIS:
El Pentateuco es la
historia de la fundación de Israel, en el que se relatan sus orígenes y
el mensaje central de su alianza con el hombre y la respuesta de éste a
Dios. Es un gran libro dividido en cinco volúmenes o rollos: Génesis,
Éxodo, Números, Levítico y Deuteronomio. Aunque su autor principal es
Moisés, sin embargo, ha venido enriquecido y complementado por otros
autores que echaron mano de unas tradiciones existentes, siempre bajo la
inspiración de Dios.
V. EXPLICACIÓN DE LA TESIS:
1. ¿Qué es la Torah o Pentateuco?
La palabra “Pentateuco” viene de la lengua griega y significa “Libro de
los cinco estuches”: Génesis, Éxodo, Números, Levítico y Deuteronomio.
Estos libros son considerados como una sola unidad. Y se les llama la
Torah o Ley
(22).
Se llamaba la Ley porque lo fundamental de estos libros era la ley de
Moisés, dada por Dios en el monte Sinaí, es decir, las prescripciones
que regulan la vida moral, social y religiosa del pueblo.
Para nuestros ojos modernos, el rasgo más llamativo de esta legislación
es su carácter religioso, la compenetración de lo sagrado y lo civil y
cultural. Y este es el rasgo que quisieron dejar los autores.
Cada uno de los libros viene a indicar su contenido:
a) El Génesis
narra los orígenes
del mundo y del género humano desde sus comienzos hasta la formación de
Israel como pueblo, poco antes de la salida de Egipto.
b) El Éxodo
, la salida de los
hebreos de Egipto, guiados por Moisés, el paso milagroso del Mar Rojo y
su estancia en el Sinaí, donde reciben de Dios la Ley, sancionada por un
pacto o Alianza (Berith) entre Dios y el pueblo. Desde este momento
Israel llega a ser el Pueblo elegido y llamado por Dios.
c) El levítico:
trata del culto
que era incumbencia de los sacerdotes mismos, y de la santidad de los
sacerdotes mismos que eran considerados descendientes de Leví, el hijo
de Jacob.
d) El libros de los Números
toma
su nombre del censo del pueblo que aparece en sus primeros capítulos,
aunque después se detiene a narrar la vida de Israel a través del
desierto con sus múltiples vicisitudes.
e) Finalmente, el Deuteronomio (23)
que más que un código de leyes, es un conjunto de exhortaciones y de llamadas a Israel para que permanezca fiel al Señor.
Dos pilares tiene el Pentateuco: primero, el plan divino de salvación
trazado por Dios; y segundo, la respuesta a ese plan por parte del
hombre, de ese pueblo escogido.
2. Autor y composición literaria del Pentateuco
Tradicionalmente se atribuyó a Moisés la autoría del Pentateuco, pero
estudios recientes han llegado a la conclusión de que él solo no pudo
ser el único autor de los cinco libros. Él es el autor substancial,
pero, durante largos años y en diversos momentos de la historia de
Israel, otros autores fueron añadiendo elementos y reformulándolos.
Antes de ponerse por escrito, estas tradiciones se recitaban en los Santuarios. Más tarde, se fijaron por escrito.
¿Cuáles fueron las fuentes o tradiciones en las que se inspiró Moisés y demás autores?
a) Tradición yavhista:(24)
designada por la letra “J”. Es llamada así porque desde el principio
llama a Dios “Yavhé”. Nació en la época de Salomón hacia el año 950 a.C.
en los ambientes regios de Jerusalén. Características: estilo muy
concreto, expresivo y dramático; imágenes vivaces; personajes, lugares y
costumbres del pueblo precisos; Dios es presentado con imágenes muy
humanas y populares (trabaja con el barro, pasea por el Edén, cierra la
puerta del arca, visita y come con Abraham, etc.). En esta tradición, la
salvación del pueblo estriba en la posesión de la tierra prometida:
Canaán.
b) Tradición eloísta (25):
designada por la letra “E”. Es llamada así porque llama a Dios “Eloím”.
A los cananeos los llama amorreos. Al monte Sinaí lo llama Horeb. Nació
posiblemente después de Salomón, en el reino del Norte, después que el
pueblo se dividió en dos. Las páginas de esta tradición están marcadas
por la predicación de las profecías de Elías y Oseas y da mucha
importancia a los profetas. Características:
es menos dramático y menos concreto; presenta el mensaje religioso con
más reflexión y tiene una fina sensibilidad moral; ve a Dios no de forma
humana como “J”, sino tiende a espiritualizar la imagen de Dios:
prohíbe sus representaciones (cf. Ex 24, 10), casi nunca Dios interviene
personalmente, sino sólo a través de sueños, visiones o milagros. En
esta tradición, la salvación del pueblo consiste en la Alianza de Amor
con Dios, y no en la tierra prometida. La Alianza es el verdadero tesoro
de Israel.
c) Tradición deuteronomista: (26)
designada por la letra “D”. El autor de este documento no se conoce,
pero debió ser un levita (sacerdote) de los que peregrinaban de pueblo
en pueblo, inculcando la fidelidad a la alianza con Dios. Características:
tiene semejanzas con el eloísta; la figura central es Moisés, pero un
Moisés orador, legislador, y no un Moisés liberador; no es una narración
histórica, sino un código de leyes; la historia del pueblo está
presente indirectamente; estilo exhortativo; se insiste mucho en el tema
de la elección.
d) Tradición sacerdotal (27):
Designada
por la letra “P”. Nació durante el destierro en Babilonia, cuando los
sacerdotes releen sus tradiciones y su ley para mantener la fe y la
esperanza del pueblo. Características:
forma de hablar solemne, litúrgica y abstracta; se preocupa de enseñar,
especialmente las normas del culto; busca la precisión de las fechas,
cuida la cronología; Dios es presentado de una manera más espiritual y
abstracta (es “Espíritu”, es “Palabra”, Gn 1,2).
VI. CONCLUSIÓN:
El mensaje de
salvación que Dios quiere darnos se esconde debajo de la historia,
leyes, costumbres de un pueblo determinado: Israel. La verdad que el
Señor quiere darnos en el Pentateuco, no está en los hechos en sí
mismos, sino en el mensaje o enseñanza que el escritor sagrado quiere
darnos, a través de esos acontecimientos particulares. La Biblia,
entonces, hay que leerla, no como si fuera un libro de historia, sino
como un libro de fe y de salvación.
VII. ORACIÓN:
Señor,
que el estudio de tu Santa Escritura, me llene de amor por ti por
haberme creado, de celo ardiente por tu santa Gloria para defenderte
siempre y de fidelidad a tu Ley santa. Te amo, Dios mío. Ten
misericordia de mí. Amén.
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(22)También se les llama “El libro de la ley de Moisés” o “El libro de la Ley de Yavhé”.
(23) Literalmente significa en griego “Segunda Ley”.
(24) Textos de esta tradición están en Gn 2, 4b y siguientes; Ex 34, 10-26
(25) Textos de esta tradición están en Gn 15; 37-42; Ex 2; Nm 11, 11-30 y 13-14
(26) Textos de esta tradición se encuentran en el libro Deuteronomio, exceptuando los capítulos 32, 33 y 34.
(27) Algunos textos de esta tradición: Gn 1.2, 4a; todo el libro del Levítico.
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