viernes, 15 de junio de 2012

"REFLEXION LA DIVISION"



                  LA DIVISION



En la escuela estaban un grupo de niños pasando clase de Matemáticas. El profesor pregunta a los alumnos:- ¿Cuáles son los signos aritméticos básicos?
Como siempre, Tavito responde antes que los demás y dice:- Son cuatro Profesor:
El signo de la  Suma, el signo de la resta, el signo de la multiplicación, y el signo de la división. Muy bien Alumno, dice el profesor  y vuelve a preguntar:-¿De estos cuatro  signos, cuál es el más usado? Los alumnos empiezan a pensar antes de  responder. Seguro alguno creía que era el signo de la  Suma,  otro pensaría que el más usado era el signo de la resta, otros se inclinarían por la multiplicación, y más de uno pensaría que era el signo de la  División. Sin embargo  nadie se atrevía a responder.
Ante el silencio de los demás, nuevamente Tavito el niño picarón, se pone de pie, y explica:- Viendo lo que acontece en mí casa y en mi familia, observando lo que acontece en la ciudad y en el país, sin lugar a dudas que el signo más usado actualmente es el de la  DIVISION
Sin lugar a dudas hermanos que la  DIVISION se usa bastante actualmente. De manera muy especial en nuestro país.  de manera particular en la mayoría de nuestras familias, en la sociedad y en el pueblo en general.
Una familia divida tiene que enfrentar muchos problemas Un país dividido, una ciudad dividida, un pueblo dividido, tiende a tener muchos conflictos y dificultades. Cuando hay división, hay peleas, conflictos, guerra,  muertes.
Es lamentable y muy doloroso ver como a causa de la división se derrama mucha sangre. Y con las heridas se anida en le pecho el deseo de Venganza.
¿Que es lo que produce la división? ¿Cuál es la causa de la violencia? Simple y sencillamente  se produce esto porque muchos de nosotros nos hemos olvidado de nuestro creador, nos olvidamos de Dios. Lo sacamos de nuestra vida, queremos vivir según nuestra voluntad,  según nuestra manera de pensar,  olvidándonos y rompiendo con nuestras acciones los mandamientos  y las leyes del Señor.
Vivir alejados de Dios y en rebeldía a su palabra trae consecuencias funestas para muchos de nosotros,  El Señor nos advirtió en Mateo 24,12 “habrá tanta maldad, que la mayoría dejará de tener amor hacia los demás.
Se darán cuenta que  cada vez aumenta la maldad y con ello el corazón de muchos se enfría. Al crecer la iniquidad, el amor por el prójimo se aleja y con ello viene la división, los conflictos, las peleas, la violencia y la guerra.
Ante los acontecimientos de violencia,  miedo, y angustia que tenemos que afrontar a causa de la división  en diferentes ámbitos y niveles del país, ¿Qué podemos hacer?  ¿Cómo encontramos la paz tanto en la familia como en la sociedad?
La respuesta a la violencia y división la encontramos en el Salmo  119,165 “LOS QUE AMAN TU  LEY GOZAN DE MUCHA PAZ Y  NADA LOS HACE CAER”
Si queremos que llegue la paz, si ansiamos y soñamos vivir unido. Si queremos  alejarnos de la división y la violencia, empecemos hoy. Volvamos a Dios, acerquémonos a Él  y mas que acercarnos, empecemos a amar su palabra, amar sus Leyes y mandamientos. Amar y poner en práctica sus enseñanzas.
Jesucristo vino a traernos Paz y Amor. Vino a enseñarnos el camino que nos lleva a la  Paz. Las sagradas escrituras, la palabra de Dios, nos enseñaran a vivir unidos en armonía.  La ley del Señor está  llena de gracia y misericordia. Leamos y meditemos en 2ª pedro 1,2 Reciban abundancia de gracia y de paz mediante el conocimiento que tienen de Dios y de Jesús nuestro Señor.
Efectivamente las sagradas escrituras  nos enseñan que la gracia y la paz vienen a nuestra vida por el conocimiento y amor a Dios y a nuestro señor Jesucristo. Vivir sin Dios, o vivir alejados de Él  nos traerán muchas divisiones, muchos conflictos, violencia, muerte y destrucción.
Sin embargo acercarnos a Dios, amar su Palabra, poner en práctica sus mandamientos, nos llevará a vivir unidos, a vivir en Paz, vivir según la voluntad de Dios. Aprendamos a vivir con los signos que todos ansiamos y soñamos,
El Amor, la  Paz,  la  Fe y la  Esperanza
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