UTILIZA BIEN TU DINERO
(Publicado
en nuestra revista MISION SIGLO XXI Nº 15)
En cierta
ocasión Jesús contó la parábola del administrador astuto (ver
Lucas 16,1-9). Al terminar dijo: "utilicen las
riquezas de este mundo para ganar amigos y así haya quien los
reciba en las moradas eternas". En esta parábola Jesús
nos enseñó, no a desdeñar los bienes materiales, sino SABER UTILIZARLOS
PARA BIEN Y PARA NUESTRA SALVACION.
El acumular riquezas en la tierra
no tiene sentido, pues "aquí el ladrón roba y la polilla
destruye" (Mateo 6,19). En muchas personas que mueren
se cumple el refrán: "nadie sabe para quien trabaja".
Por lo tanto la inversión mas sabia de los bienes que llegamos
a tener en este mundo, es que los invirtamos en adquirir tesoros
en el cielo y en ganar amigos que intercedan por nosotros en la
vida eterna. ¡En cambio las riquezas acumuladas egoístamente constituyen
un impedimento para entrar en el reino!: "más fácil es
que un camello pase por el ojo de una aguja que un rico entre
en el Reino de los Cielos" (Mateo 19,24).
Por eso hermano católico, te exhortamos
a usar con mas sabiduría el dinero que tengas, sea poco o mucho.
Que sea para ti fuente de dicha terrenal y recurso de salvación.
Ten presente que: "No se puede servir a Dios y a las riquezas
al mismo tiempo". (Mateo 6,24)
En primer lugar, usa tu dinero
en el bienestar básico de tu hogar. Respóndete a ti mismo:
¿tu familia tiene lo necesario para vivir? En este punto hay mucha
estupidez e irresponsabilidad de los varones. ¡Cuántas veces gastan
el dinero en licor, juergas, mujeres, juegos, etc., dejando a
su familia con hambre y enfermedad! A veces las mamás también
gastan la plata en cosméticos, antojos y supersticiones afectando
la economía hogareña. Otras veces son los hijos quienes hacen
gastar dinero a sus padres en sus gustos y caprichos. Estos errores
deben acabar. Los esposos y los hijos deben entregarse a Dios
y cambiar sus egoístas actitudes en bien del hogar. Lo más importante
en la vida es tener un hogar feliz donde haya amor, paz, y bienestar
básico.
En segundo lugar, usa tu dinero
en el bien de tu prójimo. Cómo cristianos estamos llamados
a dar una mano a nuestro prójimo que pasa por duras pruebas en
la vida, pues así nos gustaría que hicieran con nosotros en tales
situaciones (Mateo 7,12). Estamos tan acostumbrados a satisfacer
nuestros deseos y apetitos que cuando tenemos algo de dinero lo
gastamos casi sin razonar. Con el egoísmo tan arraigado en nuestro
interior, no nos es fácil compartir los bienes materiales con
los más necesitados . Por eso hay que hacernos fuerza para ayudar
a nuestros semejantes que lo necesitan y contribuir generosamente
con las obras sociales como "el Hogar de Cristo", "el
Hospital San Juan de Dios", "la Lucha contra el Cáncer",
"la Colecta de la Cruz Roja", etc.
En tercer lugar, usa tu dinero
en la evangelización. ¡¡Es un enorme privilegio ayudar con
el dinero que Dios nos bendice en la difusión de su Santa Palabra!!
Gastemos nuestro dinero en ayudar a la redención del mundo. ¡Esta
es una forma de adquirir tesoros en el cielo! (Mateo 6,20). ¿De
qué manera podemos hacerlo? De varias maneras: una forma es
contribuyendo regularmente con Radio María y TeleJuan 19,
los medios evangelizadores católicos que se sostienen con donaciones.
Otra forma es dando ofrendas generosas en las misas dominicales.
Aquí muchos católicos pecamos de TACAÑOS pues cuando pasan la
canasta de ofrendas en las misas solo echamos moneditas de poco
valor o peor aún, no echamos nada. ¡Y luego criticamos de porqué
la Iglesia cobra por las misas de difuntos, bautismos y matrimonios!
¿Con qué recursos económicos se sostienen las parroquias si nuestras
ofrendas son miserables? Yo les aseguro que el día que todos los
católicos contribuyamos generosamente con nuestras parroquias,
desaparecerá el "estipendio" por los sacramentos.
Una forma especial de "invertir"
nuestro dinero en la evangelización es comprando y distribuyendo
los impresos católicos que pueden hacer mucho bien a las personas
(ver página 8-9). Conozco varias personas que cada mes gastan
parte de su presupuesto en comprar algunas revistas y libritos,
y muchas hojitas, y los obsequian a sus prójimos. Por ejemplo
una hermana llamada Miguelina me dijo así: "Hermano Juan:
ya cumplí con criar a mis hijos, el último de ellos tiene 18 años,
por eso le he dicho al Señor: Tú me has bendecido mucho, ahora
me toca devolverte. Desde ahora, quedándome solo con mis gastos
básicos de mi pensión y de lo que dan mis hijos, el resto lo voy
a dedicar a la evangelización". ¿Y saben que hace esta
hermana? Busca al menor costo posible las hojitas evangelizadoras
del Servicio Bíblico y de otras comunidades, y va a los hospitales,
orfanatos, y asilos a repartirlos. ¿Qué te parece? ¡Esta hermana
está utilizando su dinero para acumular tesoros en el cielo. Cuando
el Señor la recoja habrán muchas personas que abogarán por ella
en el Reino, pues le dirán a Dios: "gracias a su generosidad
te conocí y me salvé. Acógela Señor en tu reino".
Por eso hermano, es urgente que
empieces a utilizar bien tu dinero. Hay mucho bien que hacer en
el mundo y las necesidades son abundantes. Son muchos los que
necesitan conocer a Cristo y su Palabra. Hacen mucha falta católicos
que inviertan su dinero en paliar estas necesidades. Tú tienes
la respuesta.
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nuestra obra con una donación económica, puedes hacerlo
al Banco Continental del Peru .Cta.0011- 0271- 0200254354-40 Moneda Nuevos Soles
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