miércoles, 20 de junio de 2012

"REFLEXION UTILIZA BIEN TU DINERO"



                 UTILIZA BIEN TU DINERO
(Publicado en nuestra revista MISION SIGLO XXI Nº 15)
En cierta ocasión Jesús contó la parábola del administrador astuto (ver Lucas 16,1-9). Al terminar dijo: "utilicen las riquezas de este mundo para ganar amigos y así haya quien los reciba en las moradas eternas". En esta parábola Jesús nos enseñó, no a desdeñar los bienes materiales, sino SABER UTILIZARLOS PARA BIEN Y PARA NUESTRA SALVACION.
El acumular riquezas en la tierra no tiene sentido, pues "aquí el ladrón roba y la polilla destruye" (Mateo 6,19). En muchas personas que mueren se cumple el refrán: "nadie sabe para quien trabaja". Por lo tanto la inversión mas sabia de los bienes que llegamos a tener en este mundo, es que los invirtamos en adquirir tesoros en el cielo y en ganar amigos que intercedan por nosotros en la vida eterna. ¡En cambio las riquezas acumuladas egoístamente constituyen un impedimento para entrar en el reino!: "más fácil es que un camello pase por el ojo de una aguja que un rico entre en el Reino de los Cielos" (Mateo 19,24).
Por eso hermano católico, te exhortamos a usar con mas sabiduría el dinero que tengas, sea poco o mucho. Que sea para ti fuente de dicha terrenal y recurso de salvación. Ten presente que: "No se puede servir a Dios y a las riquezas al mismo tiempo". (Mateo 6,24)
En primer lugar, usa tu dinero en el bienestar básico de tu hogar. Respóndete a ti mismo: ¿tu familia tiene lo necesario para vivir? En este punto hay mucha estupidez e irresponsabilidad de los varones. ¡Cuántas veces gastan el dinero en licor, juergas, mujeres, juegos, etc., dejando a su familia con hambre y enfermedad! A veces las mamás también gastan la plata en cosméticos, antojos y supersticiones afectando la economía hogareña. Otras veces son los hijos quienes hacen gastar dinero a sus padres en sus gustos y caprichos. Estos errores deben acabar. Los esposos y los hijos deben entregarse a Dios y cambiar sus egoístas actitudes en bien del hogar. Lo más importante en la vida es tener un hogar feliz donde haya amor, paz, y bienestar básico.
En segundo lugar, usa tu dinero en el bien de tu prójimo. Cómo cristianos estamos llamados a dar una mano a nuestro prójimo que pasa por duras pruebas en la vida, pues así nos gustaría que hicieran con nosotros en tales situaciones (Mateo 7,12). Estamos tan acostumbrados a satisfacer nuestros deseos y apetitos que cuando tenemos algo de dinero lo gastamos casi sin razonar. Con el egoísmo tan arraigado en nuestro interior, no nos es fácil compartir los bienes materiales con los más necesitados . Por eso hay que hacernos fuerza para ayudar a nuestros semejantes que lo necesitan y contribuir generosamente con las obras sociales como "el Hogar de Cristo", "el Hospital San Juan de Dios", "la Lucha contra el Cáncer", "la Colecta de la Cruz Roja", etc.
En tercer lugar, usa tu dinero en la evangelización. ¡¡Es un enorme privilegio ayudar con el dinero que Dios nos bendice en la difusión de su Santa Palabra!! Gastemos nuestro dinero en ayudar a la redención del mundo. ¡Esta es una forma de adquirir tesoros en el cielo! (Mateo 6,20). ¿De qué manera podemos hacerlo? De varias maneras: una forma es contribuyendo regularmente con Radio María y TeleJuan 19, los medios evangelizadores católicos que se sostienen con donaciones. Otra forma es dando ofrendas generosas en las misas dominicales. Aquí muchos católicos pecamos de TACAÑOS pues cuando pasan la canasta de ofrendas en las misas solo echamos moneditas de poco valor o peor aún, no echamos nada. ¡Y luego criticamos de porqué la Iglesia cobra por las misas de difuntos, bautismos y matrimonios! ¿Con qué recursos económicos se sostienen las parroquias si nuestras ofrendas son miserables? Yo les aseguro que el día que todos los católicos contribuyamos generosamente con nuestras parroquias, desaparecerá el "estipendio" por los sacramentos.
Una forma especial de "invertir" nuestro dinero en la evangelización es comprando y distribuyendo los impresos católicos que pueden hacer mucho bien a las personas (ver página 8-9). Conozco varias personas que cada mes gastan parte de su presupuesto en comprar algunas revistas y libritos, y muchas hojitas, y los obsequian a sus prójimos. Por ejemplo una hermana llamada Miguelina me dijo así: "Hermano Juan: ya cumplí con criar a mis hijos, el último de ellos tiene 18 años, por eso le he dicho al Señor: Tú me has bendecido mucho, ahora me toca devolverte. Desde ahora, quedándome solo con mis gastos básicos de mi pensión y de lo que dan mis hijos, el resto lo voy a dedicar a la evangelización". ¿Y saben que hace esta hermana? Busca al menor costo posible las hojitas evangelizadoras del Servicio Bíblico y de otras comunidades, y va a los hospitales, orfanatos, y asilos a repartirlos. ¿Qué te parece? ¡Esta hermana está utilizando su dinero para acumular tesoros en el cielo. Cuando el Señor la recoja habrán muchas personas que abogarán por ella en el Reino, pues le dirán a Dios: "gracias a su generosidad te conocí y me salvé. Acógela Señor en tu reino".
Por eso hermano, es urgente que empieces a utilizar bien tu dinero. Hay mucho bien que hacer en el mundo y las necesidades son abundantes. Son muchos los que necesitan conocer a Cristo y su Palabra. Hacen mucha falta católicos que inviertan su dinero en paliar estas necesidades. Tú tienes la respuesta.

 
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